Después de subir y colocar las mochilas y los chaquetones hemos intentado sentarnos en la asamblea, pero hoy ha sido un poco difícil, todos querían hablar y hablar y apenas escuchar.
Una vez preparados, Esteban nos ha presentado a su abuelo, quien se ha sentado con todos nosotros, dispuesto a contarnos alguna "cosilla".
Nos ha contado una historia verídica ocurrida hace ya mucho tiempo, cuando él era aún un chiquillo, sobre Antonio el Arriero, a quien le gustaba montar en su caballo negro a todos los niños. El caballo incluso se agachaba para que los niños pudieran subir sobre él, y Antonio El Arriero, les daba su pequeño paseillo encima de él. Los niños, al salir de la escuela, le esperaban ansiosos esperando ver al caballo de Antonio. Una triste noche de torrencial lluvia, Antonio cruzó el puente del Molino La Real, con la mala suerte de que en el momento de cruzarlo se derrumbó por la gran cantidad de agua que cruzaba por él. El caballo negro apareció en la orilla cercana al puente a las pocas horas del trágico suceso, mientras que Antonio El Arriero, tardaron en encontrarlo dos o tres días, apareciendo enganchado entre unos matojos en la orilla del río Torrox a más de 1 Kilómetro de distancia. Todo esto conmocionó seriamente a toda la localidad, sintiendo mucho su pérdida.
Después de este relato, algunos niños y niñas quisieron saber cosas sobre Esteban, su nieto, y gustoso fue respondiendo a cada una de las preguntas se los más pequeños le fueron realizando.
Para finalizar, le dimos un gran aplauso para darle las gracias por venir a visitarnos y un millón de besos.
¡Qué experiencia más bonita, ver al abuelo y a los niños disfrutar de un ratito de su tiempo¡.
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